Por Naizomi Getav

 

Después de tantas tazas de café,
aún esperé...
No llegó mi tren.
Estuve lista, a la hora,
vestida de gala para el viaje.
¡Despiste mío!
Quizá equivoqué horario,
la fecha, y hasta la estación.

Resignada volví a casa;
lavé mi cara...,
en el piso mis ropas de gala,
será otro día,
en alguna otra vida.
No se me dan los viajes.
¡Despiste mío!
suelo perder hasta el equipaje...

¡Despiste mío!
Por fortuna existe el café.

De: Los narcisos de Naizomi. (México, 18 de agosto de 2023).