Por Lucio Pérez

 
              ...Hendido, sí, en busca del candil
              que me prestó Confucio,
              pero ligero ya, dispuesto tal vez
              a tragarme algún bocado de futuro.


                         Orlando V. Pérez


Quién reconocerá el espacio de luz abandonado,
la suerte de tantos años
de salpicar sueños a la palabra.
He transitado muchas veces
bajo la pupila de un adolescente
cegando el herboso camino.
Hoy queda el vigor de una cosecha;
los restos de una época de inmortales rocinantes
sucumben bajo nidadas de golondrinas
que aprovechan oquedades en el tiempo.
Hoy me siento bajo la sombra del verso
y toco a la puerta del Fénix,
quizás lo convenza
y me ofrezca su secreto.