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Por Mariam Aguilar

Había una vez una carrera de perros, y un perrito cojo le dijo al que estaba a cargo de la competencia que quería participar, y este le respondió:

—¿Cómo crees tú que puedas participar?

Entonces el perrito, en vez de ponerse triste, sin ser visto, se fue un poco hacia atrás de los que estaban en la línea de arrancada. Cuando fueron a premiar a los ganadores, cuál no sería la sorpresa de todos al ver que el ganador del primer lugar era el perrito cojo.