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Por Ulices Trujillo

 

Es cotidiano el paisaje
cuando el ojo se acostumbra
y sabe a luz la penumbra
ponzoñosa del ultraje.
Un paso parece viaje
en la quietud de la espera,
cubre de nubes la esfera
bajo el grito de un farol
y se me antoja que el Sol
ha bajado la escalera.