Por Irelia Pérez
 
 
 Hoy salí a caminar con el viento en los zapatos.
 En la calle era abril
 (otra vez)
 y el loco tierno de las rosas
 volvió a contarme sus amores
 con aquella muchacha que llevaba mi rostro
 en tardes ya lejanas
                   o ayer
                   quién sabe cuándo.
 Hoy salí a deambular mi camuflaje
 te busqué en la hojarasca fugaz de los aplausos
 inútilmente
 nunca estuviste allí.
 Entonces fui a encontrarte desnudo en las vidrieras.
 El viejo maniquí guardaba todavía
 tu olor a pleamar bajo las uñas.
Aspiré un instante
 y regresó todo el aroma de algas
 de caracol antiguo
 que traía tu sexo cuando anclabas en mí.
 (Te incendiabas de noche en los conciertos.
 Mientras el rock subía a borbotones
 por mis piernas
 tu mundo iba cambiando las botas
 y el disfraz).
 Hoy salí a caminar y alguien gritó a lo lejos:
 el día es una guitarra que no suena.
 Miré alrededor y respondí      ¡mentira!
 Jimmy Page restallaba sus cuerdas por mi sangre
 en la calle era abril     (otra vez) 
 el loco tierno de las rosas me hablaba
 con tu voz
 mi rostro le sonreía
 desde una foto amarillenta
 y toda la ciudad era un escándalo de lirios.
 © De Palomas contra el viento. 
 
											 
   
  
 
						













