Prohibido el llanto, la queja, la palabra.
 Siempre hay quien no entiende, quien te mira de lejos, quien te mira mal.
 La verdad y la palabra son sombras tristes en épocas de silencio.
 Mi corazón anda con puñales clavados por manos burdas y torpes.
 Mi razón no entiende,
 ya no entiende.
 Algún día llegará la primavera y barrerá con lluvia tanto escombro y tanta pena.
Algún día germinarán las  margaritas blancas... 
 
											 
   
  
 
						













