Por Olga L. Martínez
Una ilusión,
 es como una
 piedra.
 Si no aparece
 quien
 la patee,
 se queda
 en su sitio
 para siempre.
 Amaso la tierra
 y aún no
 subo al
 árbol que sembré.
 De los frutos
 quedan
 pocos.
Solo los
 que decidieron
 aferrarse
 a sus raíces.
 Puntos verdes anuncian conexiones
 y hombres a raudales anuncian ser felices,
 mientras
 agobian sus conquistas.
 Son tiempos
 de tragar en seco.
 Soportar dolor.
 Sacarse del hígado la grasa.
 Ponerle sal
 a la mirada
 y dejar que fluya el Universo como si no supieras
 de qué estás hecha.
 27.07.23 
 
											 
   
  
 
						













