Por María de los R. González

Cuando toque a tu puerta
y te pueda abrazar,
te encontraré perturbado.
A lo mejor, no sé,
habrá que esperar.
Pero estarás disculpado,
será difícil borrar
el temor aun latente
de esta Covid infernal.
Quiero que en susurro
escuches una voz:
cuídate, cumple,
no abraces,
cúbrete el rostro…
no habrá besos de amor,

pero estarás siempre presente
salpicado de ternura,
de te quiero,
y rociados con pasión,
el 14 de Febrero 
donde triunfará el AMOR.