Por Lisandra Riveras
Girando el mundo en mi contra
me siento a orillas del mar,
intentando como ayer
mi calma y paz encontrar,
perderme en el horizonte
en ese azul sin cesar…
Me sumerjo en tu recuerdo:
pesadillas de un rincón.
Es el canto de tristeza
con lágrimas de pasión.
En las olas yo no encuentro
lo dulce de una canción.
En el viento que me azota
el pelo con libertad,
tu nombre como un susurro
me tortura sin piedad.
La ola amarga borró
escritas sobre la arena,
iniciales muy gastadas
y el llanto trunca mi pena.