Por Orlando Pérez

Canta, oh, Diosa, mi cólera funesta

que regresa desde el Hades

dando patadas al culto de la vida

cántame la almohada

resucita en descalcez

en ciertas madrugadas con ojos tostándose en el techo

déjame ser al menos Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

truécame en milagro que atraviese las murallas

hazme, si no, presa de perros y pasto de aves*

Dionisio destilado en alambique

dispárame cometas con la peste

que a punto estoy de enquijotarme

quemar las sábanas

perderme en el abismo

(*) Fragmento de La Ilíada, de Homero.

De Alquimia conclusiva (Editorial Damují, 2012).