Por Jesús Paz

Un arriero es una persona que trabaja transportando diversas mercancías, fundamentalmente sobre los lomos de mulos, dada la fortaleza de estos animales. Se encarga de arrearlos, velando siempre porque estos cumplan sus recorridos y que transporten las valiosas mercancías que cargan de una manera confiable y segura hasta el lugar de destino, por lo general recorridos muy extensos.

Además de los mulos, como principal medio masivo de transporte, los arrieros de diferentes lugares del mundo han utilizado también caballos para el transporte, burros y bueyes, pero en escala menor, dado que estos últimos animales son más lentos, torpes o inestables en comparación con los mulos.

Etimológicamente, el término arriero proviene de la palabra española arrear, que significa estimular a las bestias para que echen a andar, para que sigan caminando o para que aviven el paso; esta palabra, a su vez, proviene del vulgar ¡arre!, interjección utilizada en muchas regiones para tales fines.

El oficio de arriero es expresión y evidencia de tradiciones familiares, preferencias, intereses, necesidades, aspiraciones y normas de estos actores.

La interpretación sociocultural de los saberes populares sobre este oficio como un hecho social y cultural dinámico se sustentan en las políticas patrimoniales regionales establecidas por la UNESCO relacionadas con el rescate del Patrimonio Cultural Inmaterial.

 

Saberes populares

Para comprender mejor esta acepción se hace referencia al concepto brindado por David Soler Marchan, el cual plantea:

…Los saberes populares son el intercambio empírico de realizaciones concretas en las más diversas manifestaciones de las vidas cotidianas que se sustentan en la comunicación de acciones que realiza la comunidad en su bregar y relación con los entornos naturales y sociales en sus más diversas formas. 

 

No sería ocioso remarcar que:

El patrimonio cultural intangible es el conjunto de formas de cultura tradicional y popular o folklórica, es decir, las obras colectivas que emanan de una cultura y se basan en la tradición, que se transmiten oralmente o mediante gestos y se modifican con el transcurso del tiempo a través de un proceso de recreación colectiva. Se incluyen en ellas, las tradiciones orales, las costumbres, las lenguas, la música, los bailes, los rituales, las fiestas, la medicina tradicional y la farmacopea, las artes culinarias y todas las habilidades especiales relacionadas con los aspectos materiales de la cultura, tales como las herramientas y el hábitat. (UNESCO, 2003).

 

Importancia y contexto histórico donde se desarrolla el oficio de arriero

Este oficio es característico de la cultura popular y tradicional, por ser genuinamente auténtico y específico de una cultura netamente campesina, sus técnicas y saberes datan de más de 300 años y se ha venido recreando de generación en generación, trasmitiéndose fundamentalmente de padre a hijo por métodos orales y de observación; es una labor ampliamente reconocida por la comunidad, tanto de los portadores como de los que interactúan socialmente con ellos. Para los portadores de saberes del oficio de arriero es muy importante el dominio absoluto de las prácticas necesarias para ejecutar su trabajo con éxito.

Algunos encuestados plantean que aprendieron desde muy jóvenes a trabajar con los mulos y en otros casos que cuando tuvieron la necesidad por dedicarse al cultivo del café.

En la mayoría de los casos aprendieron de su papá u otro familiar allegado, observando como lo hacían.     

Por su importancia sociocultural en la vida de los montañeses de la serranía escambraica de Cumanayagua, el oficio se reconoce como fundamental para el desarrollo económico y social de las comunidades de la montaña.

 

Práctica del oficio de arriero  

Este oficio se realiza generalmente solo, el arriero trabaja conduciendo un “arrea” de mulos compuesta fundamentalmente por 10 ejemplares, dos de “monta” y ocho de “carga”; estos asumen un orden fijo en el arrea que el arriero le asigna, teniendo en cuenta sus características físicas y potenciales. El más rápido y dócil a las órdenes de mando sería el primero, por lo que recibe el apelativo de mulo(a) de “guía”; luego le corresponde al “contraguía”, el “tercio” y el último, que se caracteriza por ser el más lento y fuerte, seria el mulo de “pie”. Todos tienen un nombre propio. En el caso de los de monta, que siempre llevan al arriero en su montura, se alternan, y cuando uno trabaja el otro descansa.

Para ejercer esta actividad se necesita un grupo de arreos y ser portador de varios saberes o técnicas específicas, además de ser una persona físicamente fuerte. En la actualidad estos hombres forman parte de la plantilla de trabajadores de las formas de producción agrícolas, tanto estatal como privada, en la nueva forma de gestión económica del país pueden ser trabajadores por cuenta propia.

Tipologías y saberes del arriero en las montañas de Cumanayagua

 

Decíamos que para ejercer el oficio de arriero es necesario ser portador de técnicas y saberes muy específicos como son:

-Saber aparejar el arrea:

-Saber cargar a los mulos:

-Ser buen jinete:

-Saber manejar la cuarta:

-Saber atusar:

-

Saber emplear las voces de mando

Materiales que emplea el arriero en su labor.

 

Los arrieros utilizan un conjunto de accesorios para aparejar el arrea y cargar las diferentes mercancías como:

-Jáquima: Es la soga que ata al mulo por la cabeza para encadenarlo a los demás o a un lugar fijo la usan todos los integrantes del arrea.

-Aparejo: Es el aditamento con el que se ensilla el    mulo de carga, sobre el cual se coloca la mercancía a trasladar.

-Cincha: Es el arreo que ata el aparejo al mulo.

-Ata-Arrea: Ciñe el aparejo a la cola del mulo para que no se corra hacia delante.

-Lacillo: Es una soga de pequeño calibre que se utiliza para amarrar la carga sobre el aparejo.

-Sobrecarga: Es una cincha con una rabiza o soga por un extremo y un garabato de madera por el otro que se utiliza para ajustar la carga sobre el aparejo.

-Tapacete: Es un pedazo de lona u otro material impermeable que se utiliza para proteger la carga del sol y la lluvia se asegura con la sobrecarga.

-Morral: Aditamento que se le pone a los mulos en el hocico para que no se detengan a comer.

-Cuarta: Es un aditamento que el arriero utiliza para arriar a los mulos, es de cuero tejido con una mecha en la punta que al maniobrarla hace una detonación similar a una explosión y si le da con la mecha es muy dolorosa para el arrea que la respeta mucho.

-Cencerro: Es una especie de campana que se utiliza para indicar el camino, lo llevan fundamentalmente los tres primeros mulos del arrea atados al cuello.

-Tijera de atusar: El arriero la lleva en un estuche colgada al cinto y se utiliza para cortar la crin a los mulos.

-Aguja de coser sacos: El arriero la lleva en un estuche colgada al cinto y se utiliza para coser los sacos que va a cargar.

-Espuelas: Forman parte del atuendo del arriero y las utiliza para azuzar al mulo de monta.

-Clavos: se utilizan para colocar las herraduras en las patas a los mulos.

-Herradura: Elemento que se utiliza para proteger los cascos de los mulos.

Prácticas de saberes populares trasmitidos:

-Voces de mando.

-Nombre propio a cada mulo.

-Códigos específicos del oficio.

-Habilidades para hacer obedecer a los mulos.

-Mitos y leyendas relacionados con el oficio.

 

Aparejar el árrea

 

Después de recoger los mulos en el potrero se colocan en su orden dentro del arrea y a cada uno se le pone su aparejo, atando encima de este todos los arreos correspondientes.

 

Cargar a los mulos

 

Generalmente las cargas de los mulos se llevan en sacos, para cargarlos, el arriero comparte el peso de la carga para que los dos sacos que va a poner en un mulo tengan aproximadamente el mismo peso y la carga mantenga un equilibrio sobre el aparejo, luego coloca el lasillo sobre el aparejo de forma que los sacos queden amarrados en forma de ocho rematados con un amarre en forma de lazo para que pueda ser zafado con facilidad, luego la carga se asegura con la sobrecarga y se le pone el tapacete para protegerlo de la lluvia o el sol, se le pone el cencerro y se ubica en su lugar dentro del arrea hasta que el arriero ordene la salida, el arrea se carga por orden del primero al último.

 

Manejar la Cuarta

 

El arriero maneja la cuarta de dos formas fundamentales, una girándola sobre su cabeza y asiéndola sonar como si fuera una explosión, esta manera es para azuzar a toda el arrea y la otra forma es tirándola hacia delante y haciéndola estallar sobre algún mulo en específico.

Voces de mando

 

Son utilizadas por el arriero para arrancar, detener la marcha, doblar izquierda, doblar derecha, acelerar el paso entre muchas más, estas voces obedecen a códigos y son muy propias de cada región

 

Atusar

Cada arriero es portador de saberes para acicalar o darle estética a su arrea uno de ellos es atusar o pelar la crin de cada mulo de forma uniforme para lograr una buena estética en el arrea.     

Principales formas y vías de trasmisión de la tradición.

-Tradición familiar de padre a hijo.

-Mediante la observación

-Por métodos orales.

 

Este oficio solo lo realizan personas del sexo masculino, aunque cuenta la tradición que por la zona de Cuevita se tiene referencias de que una mujer ejercía ese oficio por los años cuarenta del siglo XX, sin embargo, se conoce que fundamentalmente las esposas de los arrieros realizan diferentes prácticas propias del oficio, como ensillar el mulo de monta, aparejar uno de carga, incluso, cargar alguna mercancía. 

La mayoría de los encuestados refieren que este es un trabajo de hombres por los riesgos y la rudeza de sus principales prácticas.

Las etapas más intensas de trabajo son en los picos de las cosechas y en épocas de actividades laborales relacionadas con el café, como la siembra y la resiembra, la fertilización y otras.

Para ejercer este oficio no se necesita de ningún curso de superación técnica, ni algún sistema de autorización especial, solo del conocimiento empírico de los saberes populares necesarios para su ejecución. Por su puesto se necesita tener los mulos y todos los arreos o aditamentos necesarios.

Todos los encuestados prefieren obtener los mulos cerreros para ellos “domarlos” según sus saberes y que los animales aprendan a descifrar sus códigos para un mejor entendimiento entre ambos.

Los mulos deben pastar en potreros específicos para ellos, separados de los demás animales y deben permanecer en “cuadrillas” todo el tiempo que descansan para que se familiaricen entre sí.

Existen varios métodos de arrear los mulos, uno es en forma de “regateo”, que consiste en llevar el árrea amarrada detrás del arriero y otro es el “libre” o por delante que consiste en soltar los mulos por delante del arriero, se utiliza fundamentalmente cuando están cargados.

Los portadores de saberes del oficio de arriero manifiestan que es un trabajo que requiere de mucho sacrificio y amor por los mulos, pues trabajan con animales muy tercos que requieren toda la paciencia del mundo, pero se sienten recompensados cuando ven que estos ejecutan sus órdenes de mando; algunos entrevistados plantean que se requiere de una atención especial para los mulos si se quiere mantenerlos con buena salud.

Los arrieros tienen una cultura estética muy peculiar, generalmente adornan sus árreas de mulo para trabajar, le ponen pompones de hilo de seda a las jáquimas y elaboran adornos adicionales; también le hacen una trenza en la cola a cada mulo y se lo atan con una cuerda al aparejo de forma uniforme, logrando un agradable entorno visual. 

Muchos de los entrevistados aseguran que han llegado a compenetrarse tanto con sus mulos, que les cuentan sus principales problemas o les piden opiniones sobre decisiones a tomar, como si estos animales pudieran responderles, pero lo cierto es que desahogan sus penas con ellos.

 

Expresión del Patrimonio Cultural Inmaterial

El oficio de arriero, posee grandes valores estéticos y culturales, transmitidos de generación en generación, a través de códigos de culturas pasadas, marcando así su autenticidad e identidad como parte de una cultura popular y tradicional.

Aportes a la expresión oral campesina:

“El que anda en mulo no toma café caliente” (refrán).

Desde el período colonial a los arrieros se les atribuye un importante papel en los mitos y las leyendas de nuestros campos, los que crean y recrean el imaginario popular y el sistema de relaciones; carecen de un nivel cultural adecuado y los invade el oscurantismo, aspecto que los hace vulnerables a las creencias y mitos que abundan en su medio circundante. Estas personas se encargan de trasladar noticias o avisos de un campesino a otro, pues sus funciones de transportar las cargas le facilitan trasladarse regularmente por las encrespadas montañas.

 

Leyendas y mitos relacionados con el oficio en nuestro territorio:

“El tesoro del Mallorquín” (Rancho Capitán).

“La Mula sin cabeza” (Aguacate).

“Los cuatro mulos de oro” (El Mamey).

“Los cencerros en la noche” (El Naranjo), entre otros.

 

Mito

 

La maldición de que los mulos no pueden procrear (de procedencia religiosa).

Elementos con valores intangibles

 

El oficio de arriero, posee grandes valores estéticos y culturales, transmitidos de generación en generación, con el uso de códigos de culturas pasadas, imprimiendo identidad y autenticidad como parte de la cultura popular y tradicional.

Refrán campesino

“El que anda en mulo no toma café caliente”

Desde el periodo colonial los arrieros constituyen un papel protagónico en los mitos y leyendas; para la creación y recreación de tan rica cultura popular y tradicional fundamentalmente en las regiones montañosas. Estas personas se encargan de trasladar noticias o avisos de un campesino a otro, pues sus funciones de trasladar las cargas le facilitan trasladarse regularmente de casa en casa por las encrespadas montañas.


Sostenibilidad

Para que este tradicional oficio perdure en el tiempo tienen que cumplirse un conjunto de acciones tales como la socialización del mismo por parte de las instituciones culturales de los asentamientos montañosos, las empresas estatales radicadas en las montañas y la ANAP, tienen la responsabilidad de promover el oficio de arriero como una necesidad de las formas de producción agrícolas radicadas en el lomerío para el desarrollo de las producciones que allí se cultiven, así como el fomento de la crianza de estos imprescindibles animales, en su función de traslado de mercancías por caminos de difícil acceso.

 

Conclusiones

 

1.- Los saberes populares se desarrollan en un contexto de gran significación histórico-cultural para las comunidades montañosas de Cumanayagua, y lo legitimizan prácticas socioculturales que dependen de los saberes aprendidos y empleados desde sus cotidianidades.

2.- Los saberes populares son prácticas que concentran en sí, todo un sistema de interacción sociocultural, las cuales legitimizan experiencias, tradiciones y percepciones de carácter familiar y comunitario que poseen una vigencia extraordinaria en las comunidades montañosas.

3.- Son hechos antropológicos que concentran toda la cultura engendrada por la comunidad, en relación con su entorno y poseen capacidad de coherencia grupal, formando valores socioculturales que le conceden propiedades energizantes que favorecen esfuerzos físicos y mentales.

4.- Las comunidades montañosas no poseen apuntes sobre el oficio, los saberes se trasmiten de forma oral, de generación en generación y garantizan desde las cotidianidades sus relaciones de pertenencia y sus grados de sistematización como expresión de la Cultura Popular y tradicional.

5.- El oficio de arriero es una actividad económica de la cual se responsabiliza principalmente el hombre, aunque también la han realizado algunas mujeres y se inicia en horas tempranas del día, el arriero hace su trabajo sólo la mayor parte del tiempo.

Bibliografía consultada

 

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Guanche, J.: Cultura popular tradicional cubana. Editorial CienciaSociales. La Habana, 2000.

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Díaz Rodríguez, M. A.: Modos y medios de transporte rural. En: Atlas etnográfico de Cuba. Multimedia en CD. La Habana, 2000.