Por Yolexis Rodríguez


Muchos dicen que abril es el mes de las flores, y si yo dijera que sí es porque en este mes, pero del año 1930, en la actual provincia de Santiago de Cuba nació una de las más bellas flores guerrilleras de la Revolución Cubana. Fémina que fue luz desde su primera infancia por sus cualidades: austeridad, sensibilidad humana, comprensión, amor al estudio, a la lectura, a la superación cultural, al deporte y al contacto directo con la naturaleza. Me refiero a Vilma Lucila Espin Guillois.

Entre sus preferencias el estudio de la historia de Cuba ocupó el primer lugar. Gran lectora y admiradora de la obra martiana, leyó todo cuanto le cayó en las manos sobre la vida y obra de los mambises.

Durante su etapa de estudiante universitaria fue integrante del equipo de voleibol femenino y fue capitana del equipo por un tiempo. También participó en actividades culturales, destacándose en el canto y el ballet. 

Participó activamente en distintas manifestaciones contra el gobierno batistiano. Se integra al Movimiento 26 de Julio y sube a la Sierra Maestra a unirse a los guerrilleros del Ejército Rebelde. Fue una activa combatiente hasta en triunfo de la Revolución el Primero de Enero de 1959. El 23 de agosto de 1960, después de un intenso trabajo, funda la Federación de Mujeres Cubana (FMC), organización de la cual fue su presidenta, hasta su muerte, el 18 de junio de 2007.

Toda su obra revolucionaria, su lucha por los derechos de la mujer y muchos detalles de su vida personal, podrán leerse en el libro Por siempre Vilma, de Carolina Aguilar Ayeme, en la sala general y técnica de la biblioteca municipal “Tania la Guerrillera”, de Cumanayagua, en calidad de préstamo interno o externo, obra de las más leídas en esta sala.