Por Martha Moya

 

Cuando un hombre que ha elevado a lo superlativo absoluto todas las virtudes del ser humano, se va o traslada a otra dimensión, resulta imposible no sentir un fuerte tirón de los sentidos y los sentimientos. Tratándose del cubano Eusebio Leal Spengler, quien curtió su estatura a cincel, con las líneas más doctas de los mejores libros del conocimiento universal; con la palabra acariciadora como don para ganar simpatías,