Por Erika Estrada

Fueron para mí tus brazos
De mi refugio antesala
Es estar en otra escala
Mirándome en tus ojazos.
Es extender esos lazos
Que nos mantienen unidos
Es escuchar tus latidos
Cuando me acurruco en ellos
El brillo de tus destellos
Que me roban los sentidos

Por Rubén Darío

Dichoso el árbol que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque ésa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.

Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...

 Por Celina Arreaza

 

Mirando mi destino sobre mi puente, doy fin a la tregua para asumir mi rumbo signado por el mar. Transito por el muelle de embarcaciones desolado. Cangrejos aferrados a la tierra, de espaldas al paisaje predecible que sucede del mismo color y con la misma forma. Me entrego seducida por la luna que se asoma plena como una isla sobre el mar, bailo a su ritmo;

Por Rolando Revagliatti

Carlos Dariel nació el 1ro. de agosto de 1956 en Buenos Aires, capital de la República Argentina, y reside en la ciudad de Haedo, provincia de Buenos Aires. Es Licenciado en Psicología, egresado de la Universidad Argentina John F. Kennedy. Ha coordinado talleres de escritura y ciclos de poesía,

Por Juan Boscán


Quien dice que la ausencia causa olvido
merece ser de todos olvidado.
El verdadero y firme enamorado
está, cuando está ausente, más perdido.

Aviva la memoria su sentido;
la soledad levanta su cuidado;
hallarse de su bien tan apartado
hace su desear más encendido.

Por:  Tal Nitzán


Estamos frente a frente,
de espaldas a las desgracias del mundo.
Tras los ojos cerrados
y las cortinas corridas
azotan de repente
el siroco y la guerra.
El siroco se calmará antes,
la leve brisa
no revivirá a los muchachos baleados,
no enfriará
la furia de los vivos
El incendio
aunque demore ha de llegar,
“muchas aguas no podrán,” etc.,

Por Pablo Neruda

Para que tú me oigas
mis palabras
se adelgazan a veces
como las huellas de las gaviotas en las playas.

Collar, cascabel ebrio
para tus manos suaves como las uvas.

Y las miro lejanas mis palabras.
Más que mías son tuyas.
Van trepando en mi viejo dolor como las yedras.

Por Rolando Revagliatti

 

1.- Rolando Revagliatti: ¿Cuál fue tu primer acto de “creación”, a qué edad, de qué se trataba?

María Amelia Díaz: Soy una creativa nata, mi cabeza está siempre funcionando a mil sobre cosas que puedo hacer, lástima que el tiempo no alcanza. Como me crié en un barrio del Gran Buenos Aires, había mucho espacio, muchos terrenos baldíos donde inventarse una selva, muchas montañas de arena donde crear casitas, muchos árboles donde

Por Rafael Alberti

Tal vez, oh mar, mi voz ya esté cansada
y le empiece a faltar aquella trasparencia,
aquel arranque igual al tuyo, aquello
que era tan parecido a tu oleaje.

Han pasado los años por mí, sus duras olas
han mordido la piedra de mi vida,
y al viento de este ocaso playero ya la miro
doblándose en las húmedas arenas.

Por María Cecilia Marsili

Nunca se sabe de lo que se es capaz hasta que se lo  intenta, tampoco se sabe cuán preparado está uno para determinadas situaciones hasta que la vida te las presenta.

Fue inconsciente y hasta involuntario, pero logré cerrar una puerta que pensé que me conduciría al amor, y que después de largos años me tenía plantada en el bosque equivocado.